jueves, 16 de octubre de 2008

MAPA HISTÓRICO DE ARGENTINA 1878 - 1881



La República Argentina entre 1878 y 1881

Después de la definitiva organización constitucional de 1853 y tras unos años de estabilidad institucional que otorgaban mandatos presidenciales constitucionales de seis años puntuales, el país se agrandó territorialmente a través de varios eventos: las negociaciones diplomáticas que consiguieron la cesión de ciertos territorios bolivianos para las provincias de Salta y Jujuy, la victoria aliada en la Guerra de la Triple Alianza hizo que Argentina se quedara con la que hoy es Formosa y la mitad de Misiones como botín de guerra y la Guerra del Pacífico que involucraba a Chile contra los peruanos y bolvianos descuidando asi su sur de manera que Roca lanzó la Conquista del Desierto pudiendo barrer con facilidad a los indigenas belicosos e incorporar casi sin competencia la Patagonia para la República Argentina. Luego con la política diplomática argentina de establecer límites de las altas cumbres se emprolijaron los límites con el Chile agregando superficie a las provincias argentinas limitrofes.
El último bastión indigena sin colonizar fue el Chaco argentino que fue sometido ya a partir de 1884 con la creación de la Gobernación del Chaco.

Entre 1878 y 1881 La República Argentina fue tomando el perfil tal como se la conoce hoy en día.

MAPA HISTÓRICO DE LA CONQUISTA DEL DESIERTO



LA CONQUISTA DEL DESIERTO

La Conquista del Desierto o Campaña del Desierto fue una campaña militar llevada a cabo por el gobierno de la República Argentina contra los pueblos mapuche, tehuelche y ranquel, con el objetivo de obtener el dominio territorial de la Pampa y la Patagonia oriental, hasta entonces bajo control indígena, y que ellos denominan Puel Mapu.

En un sentido histórico más amplio, el término incluye también a las Campañas previas a la Conquista del Desierto, es decir, al conjunto de campañas militares llevadas a cabo por los colonizadores españoles y los gobiernos nacionales y provinciales argentinos que les sucedieron, en contra de esos mismos pueblos, antes de la gran campaña de 1879.


1. Justificacion de las campañas, sostiene el historiador Jorge Ferrero:

"La conquista del desierto era una necesidad histórica. Las tentativas de una acción civilizadora pacífica, en la que habían sacrificado sus vidas jesuitas y franciscanos en los siglos anteriores, habían fracasado porque no tenían en cuenta que los indios no sometidos aun estaban en otro estadio de la organización social. Se encontraban en una etapa pre-agraria,.... al nivel de cazadores-recolectores (incluyendo el robo de ganado como una novísima forma de caza) ....Contra esa naturaleza social de las tribus se estrellaron todos los esfuerzos por inculcarles formas más elevadas, que sólo podían ser producto de una larga evolución que la nación no podía esperar sin el peligro cierto de empobrecerse económicamente, perder la Patagonia a manos de Chile o ver surgir asomados a su frontera nuevos Estados bárbaros sometidos a la tutela imperialista. Esto último ya lo había intentado el francés Aurelio Antonio Tounens, alias "Orllie-Antoine I", rey de Araucaria y Patagonia, en 1860/70".

La campaña de Roca
territorio de la Argentina antes de la presidencia de Julio Argentino RocaDespués de que Adolfo Alsina muriera en 1877, el general Julio Argentino Roca fue nombrado nuevo Ministro de Guerra y prosiguió su trabajo. Pero, en contraste con Alsina, Roca creía que la única solución contra la amenaza de los aborígenes era extinguirlos, subyugarlos o expulsarlos.

Para llevar a cabo este plan, el 4 de octubre de 1878 fue sancionada la ley N° 947, que destinaban 1.700.000 pesos para el cumplimiento de la ley de 1867 que ordenaba llevar la frontera hasta los ríos Negro, Neuquén y Agrio.

Mientras tanto, los jefes de sectores de fronteras realizaron diversas operaciones durante el año 1878 y comienzos de 1879, para preparar la ofensiva.

A finales de 1878, empezó la primera ola para "limpiar" la zona entre la zanja de Alsina y el Río Negro a través de ataques sistemáticos y continuos a los establecimientos de los aborígenes. El coronel Nicolás Levalle y luego el teniente coronel Freire atacaron a Manuel Namuncurá provocándole más de 200 muertos, mientras que el coronel Lorenzo Vintter tomaba prisionero a Juan José Catriel con más de 500 guerreros y Pincén fue capturado cerca de Laguna Malal. Estos caciques fueron confinados en la isla Martín García. Luego el ranquel Epumer fue capturado en Leuvucó por el capitán Ambrosio. Otras acciones fueron dirigidas por el mayor Camilo García, el teniente coronel Teodoro García, el coronel Rudecindo Roca, el coronel Nelson, el sargento mayor Germán Sosa, el coronel Eduardo Racedo, el teniente coronel Rufino Ortega y el teniente coronel Benito Herrero.

Por ley del 11 de octubre de 1878 se creó la Gobernación de la Patagonia al mando del coronel Alvaro Barros y con jurisdicción en todos los territorios fuera de las provincias hasta el cabo de Hornos.

Con 6.000 soldados en cinco divisiones (entre ellos 820 indios aliados), en abril de 1879 comenzó la segunda ola alcanzando Choele Choel en dos meses, la cual fue entregada pacíficamente por los aborígenes locales. Desde otros puntos, las compañías del sur hicieron su camino hacia el río Negro y el río Neuquén, el tributario septentrional del río Negro. Juntos, ambos ríos marcaban la frontera natural desde los Andes hasta el Atlántico.

Muchos establecimientos fueron construidos en la cuenca de estos dos ríos, así como también en el río Colorado.

La primera división al mando del general Roca con 1.900 soldados y 105 indígenas. Partieron de Carhué el 29 de abril de 1879 y el 24 de mayo entraron en la isla de Choele-Choel, en junio Roca regresó a Buenos Aires, quedando al mando el coronel Conrado Villegas.
La segunda división al mando del coronel Nicolas Levalle partió de Carhué con 325 soldados y 125 indígenas del cacique Tripailao. Avanzó hacia Traru-Lauquen en La Pampa y enfrentó a Namuncurá.
La tercera división al mando de Eduardo Racedo partió de Villa Mercedes hacia Potahue con 1.350 soldados, entre ellos indígenas ranqueles de los caciques Cuyapán y Simón. Persiguió al cacique Baigorrita. No se logró su captura, pero sí la de 500 de sus indígenas.
La cuarta división al mando de Napoleón Uriburu partió desde San Rafael el 21 de abril rumbo a la confluencia de los ríos Limay y Neuquén. Mató en Chos Malal al cacique ranquel Peyeumán. En río Agrio capturaron al cacique Painé con 60 de sus guerreros y luego lograron matar al cacique Baigorrita. Su accionar obtuvo un saldo de 1.000 indígenas muertos y 700 prisioneros.
La quinta división al mando del teniente coronel Hilario Lagos partió de Trenque Lauquen y en Curu-Pichi-Cajuel, el teniente coronel Godoy mató al capitanejo Lemumier y su hijo. Esta columna capturó a 629 prisioneros.[1]
De acuerdo con la Memoria del Departamento de Guerra y Marina de 1879, se tomaron prisioneros 5 caciques principales y uno fue muerto (Baigorrita), 1.271 indios de lanza prisioneros, 1.313 indios de lanza muertos, 10.513 indios de chusma prisioneros y 1.049 indios reducidos.

miércoles, 15 de octubre de 2008

MAPA HISTÓRICO DE ARGENTINA 1852-1861



1853 – 1862 La confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires.
La Confederación Argentina fue la denominación de derecho que recibió Argentina desde 1853 hasta 1862, aun cuando dicho territorio se comportó de hecho como si de una confederación se tratara ya desde 1835.

A partir del interés de lograr acuerdos para dictar una constitución y así resolver el problema de orden interno de la constante pelea entre los poderes locales : el 31 de mayo de 1852, se celebró el Pacto de San Nicolás de los Arroyos, presidido por Urquiza y con la participación de otros diez gobernadores que representaban a once provincias. Constaba de catorce artículos y consideraba que había llegado el momento de arreglar la administración general por medio de un Congreso General Federativo. Las trece primeras cláusulas del Pacto establecían dónde, cómo y cuándo se reuniría dicho Congreso.
La Legislatura de la provincia de Buenos Aires discutió y rechazó el acuerdo, enfrentándose así Buenos Aires a la Confederación (es decir, al resto del país). Meses después, se reunieron en Santa Fe los delegados de las provincias, sin la presencia de Buenos Aires, sancionando la Constitución Nacional de 1853 y eligiendo a Urquiza como presidente de la Confederación Argentina.
A partir de ese momento, se prolongó una situación muy inestable por espacio de diez años: por un lado, existía la Confederación Argentina, entidad formada por trece provincias, con una Constitución Nacional, un Congreso y un poder Ejecutivo con sede en la ciudad de Paraná; y por otro, el estado de Buenos Aires, que si bien pertenecía a la República Argentina, era autónomo con respecto a la Confederación. Ambas entidades competían y se atacaban militarmente, y se diferenciaban desde el punto de vista cultural, económico y social.
La unificación fue posible en forma violenta, después de dos batallas: la de Cepeda, librada el 23 de octubre de 1859, afirmando el triunfo de la Confederación sobre Buenos Aires y acordándose el Pacto de San José de Flores (11 de noviembre de 1859), por el cual Buenos Aires se incorporaría a la Confederación y ésta reformaría la Constitución de 1853 según las disposiciones de aquélla; y la batalla de Pavón, acaecida el 17 de septiembre de 1861, que coronó el triunfo de Buenos Aires al mando del general Bartolomé Mitre, disolviéndose el gobierno confederal de Paraná. Mitre mandó cuerpos del Ejército al interior para finalizar con algunas situaciones adversas al nuevo gobierno, y logró que muchos gobiernos provinciales delegaran en él las relaciones exteriores. En 1862, se realizaron elecciones y, el 12 de octubre de ese año, Bartolomé Mitre asumió la presidencia de la República.
Buenos Aires ya estaba reincorporada al país y era su capital provisoria según la ley dictada por la Legislatura. Por primera vez desde 1820 existía un gobierno nacional, verdaderamente formal, y se daba fin a la Confederación.

MAPA HISTÓRICO DE ARGENTINA 1825-1852




1826 – 1827 Reimplantación de un gobierno nacional. Bernardino Rivadavia presidente
Durante este periodo hubo un gran desorden político y continuaron las diferencias entre los federalistas y los centralistas (o unitarios). En 1826, el Congreso dictó una ley que establecía el cargo de “presidente de las Provincias Unidas” y que designaba capital a Buenos Aires. La elección de presidente recayó en Bernardino Rivadavia. Asimismo, el Congreso aprobó una Constitución de carácter centralista que provocó el rechazo de las provincias. Poco a poco, Buenos Aires fue convirtiéndose en el territorio con mayor poder. Además, entre 1825 y 1828, las Provincias Unidas estuvieron en guerra con Brasil (se enfrentaron por la Banda Oriental, que ambos estados reclamaban y que después de la guerra se independizó: nació Uruguay).

1827 – 1853 Disolución del gobierno nacional. Enfrentamientos civiles. Etapa de autonomías provinciales.
Ente período los problemas entre federalistas y unitarios terminaron por provocar la Guerra Civil argentina (1828-1831): aunque triunfaron los federalistas, su victoria no fue definitiva.
Juan Manuel de Rosas fue gobernador de Buenos Aires en dos ocasiones: entre 1829 y 1832, y desde 1835 hasta 1852, en ambos casos con poderes extraordinarios. En estos últimos 17 años, fue también el principal dirigente de la Confederación Argentina (aunque este nombre, realmente, no fue oficial hasta 1853). Rosas fue creando poco a poco un gobierno nacional, pero las provincias del interior y del litoral siguieron descontentas por el poder de Buenos Aires. La construcción del Estado requería el derrocamiento del régimen rosista. El caudillo tenía bajo su control las relaciones exteriores, la recaudación de la Aduana y el mando de las fuerzas militares de la Confederación; por eso, Rosas se oponía a la redacción de una Constitución que le pudiera hacer perder tanto poder.
El general Justo José de Urquiza (gobernador de la provincia de Entre Ríos desde 1841 y defensor del federalismo) formó alianzas con otras provincias y en 1852 venció a Rosas en la batalla de Caseros (también conocida como batalla de Monte Caseros). Pocos meses después, delegados de todas las provincias (menos Buenos Aires) se reunieron en Santa Fe; aprobaron una Constitución Nacional (la de 1853) y eligieron a Urquiza presidente de la Confederación Argentina. Esa Constitución establecía un régimen representativo, republicano y federal. La ciudad de Buenos Aires quedó federalizada, y las rentas de su Aduana fueron nacionalizadas, por lo que los porteños rechazaron la Constitución. La escisión entre Buenos Aires y la Confederación se prolongó hasta 1862.
Así, durante los años siguientes, la situación fue muy inestable. Por un lado estaban las 13 provincias de la Confederación Argentina (que tenía una Constitución, un Congreso y un gobierno) y por otro estaba Buenos Aires (que se gobernaba de forma autónoma). La unificación de la República Argentina se produjo después de dos importantes batallas:
• La batalla de Cepeda (1859): la Confederación Argentina derrotó a Buenos Aires. Por el Pacto de San José de Flores, Buenos Aires tendría que incorporarse a la Confederación.
• La batalla de Pavón (1861): las tropas de Buenos Aires (donde el general Bartolomé Mitre era gobernador desde 1860) derrotaron a las de la Confederación. En 1862, al desaparecer el gobierno de la Confederación, hubo elecciones: Mitre se convirtió en presidente de la República Argentina y la ciudad de Buenos Aires fue designada capital provisional del país.
A partir de entonces se iniciaría el proceso de construcción del Estado Nacional, a través de la modernización de las estructuras económicas, sociales y políticas. El interior del país, que sentía que se quedaba alejado de aquellos beneficios, todavía se resistiría.

MAPA HISTÓRICO DE ARGENTINA 1820 - 1825




1820 -1825 Finalización del Directorio. Disolución del Gobierno Nacional. Etapa de autonomías provinciales y de poderes personales representados por los caudillos.

Hacia 1820, los cambios que desencadeno la revolución condujeron a la autonomía política de las provincias. La guerra de independencia obligo a muchos hacendados a reclutar y organizar militarmente a sus hombres. El poder que fueron adquiriendo como jefes militares les dio la posibilidad de desafiar al poder político urbano. Tal es el caso de los primeros caudillos del litoral, Artigas y Ramírez, cuyas estancias se convirtieron en bases militares de las milicias rurales. Un ejemplo fue el estanciero y saladerista Juan Manuel de Rosas que progresivamente fue adquiriendo poder llegando a ser gobernador de Buenos Aires en dos ocasiones. En 1820 los caudillos, habiendo derrocado al poder central, dominaban en muchas provincias, apoyados por milicias que respondían a sus ordenes.
En conclusión , podríamos decir que este período fue una etapa de autonomías provinciales y de poderes personales representados por caudillos. Etapa que si bien se caracterizó por la ausencia de una autoridad central, es decir no había un estado nacional con recursos suficientes para sustentar a todos, sin una constitución que organizara el territorio; fue también muy convulsiva y agitada porque en este periodo se mantuvo una importante discusión respecto de la forma de gobierno que debía adquirir el país: centralista o federalista .

MAPA DE LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RÍO DE LA PLATA 1816 - 1820


1816 – 1820 LAS PROVINCIAS UNIDAS DEL RIO DE LA PLATA.

El origen de la actual República Argentina se remonta a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Se crearon en 1816, cuando el virreinato del Río de la Plata se independizó de España.
Las Provincias Unidas del Río de la Plata nacieron tras una serie de hechos muy importantes, que debes conocer.
• Revolución de mayo (1810): fue el primer paso para que el virreinato del Río de la Plata se independizara de España.
• Guerra de Independencia (1810-1816): campañas de los generales Manuel Belgrano y José de San Martín.
• Congreso de Tucumán (1816): proclamó la independencia y creó las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Las Provincias Unidas del Río de la Plata incluían los territorios de la actual Argentina, y parte de los que hoy son Chile, Bolivia, Perú y Paraguay. En realidad fueron el origen de Argentina, ya que estos otros países siguieron sus propios pasos hacia la independencia (Paraguay, por ejemplo, nunca aceptó que perteneciera a las Provincias Unidas del Río de la Plata).
Ahora vas a saber qué sucedió luego en las Provincias Unidas del Río de la Plata. Para ello, veremos las principales etapas de su historia.
EL DIRECTORIO (1816-1820)
El primer periodo de la historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata se llama Directorio, porque ése era el nombre de su gobierno. En realidad, el Directorio ya se había creado en 1814, dos años antes de que el Congreso de Tucumán proclamara la independencia de las Provincias.
Entre 1816 y 1820, dos hombres desempeñaron el cargo de director supremo (o jefe del Directorio): Juan Martín de Pueyrredón (1816-1819) y José Rondeau (1819-1820). De alguna manera, la renuncia de Pueyrredón dio por terminada la etapa de emancipación. Por su parte, el gobierno de Rondeau se relaciona de modo más directo con la disolución del poder nacional, que sería asumido por una multitud de poderes provinciales.
Durante estos años se inició el enfrentamiento entre las tres principales regiones de las Provincias: Buenos Aires, el Interior y el Litoral. Buenos Aires quería que hubiera un gobierno central fuerte, el Directorio (era partidaria del centralismo). Pero en las provincias habían comenzado a alcanzar gran importancia los caudillos, que preferían que los gobiernos de las provincias tuvieran mayor poder en su territorio que el gobierno central (eso se llama federalismo).

MAPA DE LOS PUEBLOS ABORÌGENES



REFERENCIAS:
A= agricultores superiores
B= agricultores incipientes
C= cazadores- recolectores

1- Atacamas (a)
2- Omaguacas (a)
3- Diaguitas (a)
4- Lule-Vilelas
5- Tonocotes (b)
6- Sanavirones (b)
7- Comechingones
8- Huarpes (a)
9- Chiriguanos (a)
10- Matacos (a)
11- Guaicurues(c)
12- Guaranies (b)
13- Charruas (c)
14- Querandies (c)
15- Tehuelches (c)
16- Selknam (c)
17- Pehuenches(c)
18- Yamanas (c)


Los Pueblos Aborígenes De La Argentina Antes De La Conquista.
Los pueblos que habitaban Argentina antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización social, económica y política. Podemos clasificarlos entre:
• aquellos que practicaban una agricultura muy desarrollada (variaban los cultivos y utilizaban técnicas de riego);
• aquellos que practicaban una agricultura muy simple o incipiente;
• aquellos que eran nómadas y que vivían solamente de la caza y de la pesca de animales y de la recolección de frutos.
Los agricultores superiores habitaban el noroeste y el centro del país. Eran pueblos sedentarios que perfeccionaron el sistema de cultivo mediante el riego. También domesticaron la llama (utilizaron su leche, su carne y su cuero), y cazaron guanacos y vicuñas. Entre los pueblos que practicaban una agricultura más compleja podemos nombrar a: los diaguitas, los omaguacas, los atacamas, los comechingones y los huarpes.
Los agricultores incipientes integraban distintas tribus que habitaban a orillas del Río Paraná. Practican sencillos cultivos y también eran cazadores y pescadores. Eran pueblos sedentarios. Entre los pueblos que practicaban una agricultura más sencilla podemos nombrar a los guaraníes, los chanaes timbues y los charruas.
Los grupos dedicados a la caza, a la pesca y a la recolección de frutos aprovechaban los recursos del medio. Eran nómadas: sus viviendas eran transportables, pues debían desplazarse constantemente en busca de sus presas. Estos grupos de cazadores recolectores habitaron en las planicies de la Argentina (los querandíes), el Chaco (los guaycurúes) y en la Patagonia (los tehuelches, onas y yámanas).

MAPA DEL VIRREINATO DEL RIO DE LA PLATA: GOBERNACIONES E INTENDENCIAS



En 1776 el rey Carlos III de España había creado el Virreinato del Río de la Plata con su capital Buenos Aires. Esta ciudad y puerto había alcanzado un gran desarrollo por el intenso tráfico comercial con los puertos hispanos (y con otros puertos europeos mediante el contrabando) a través del Océano Atlántico. El decreto de Libre Comercio de 1778 impulsó aún más su crecimiento urbano y comercial. Se forjó una pujante burguesía comercial favorecida por sus materias primas y el gran mercado interno, especialmente el del Alto Perú.A comienzos del siglo XIX los grupos criollos de Buenos Aires consideraban que las restricciones comerciales y políticas que mantenía la Corona Española eran una traba para su desarrollo. Solo necesitaban una coyuntura internacional favorable para desencadenar sus ánimos independentistas. Los bonaerenses demostraron su gran capacidad económica, organizativa y militar cuando lograron rechazar el poderoso ataque de la escuadra inglesa en 1807. Cabe destacar aquí la valerosa participación del peruano Toribio Luzuriaga en la defensa de Buenos Aires.

4. EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA (1776 - 1816)
El virreinato del Río de la Plata fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América. Se creó en 1776, y lo formaban los siguientes territorios: Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Sierra, Charcas (Alto Perú) y Cuyo. Era una zona muy extensa de América del Sur. Para que te hagas una idea aproximada, el espacio del virreinato del Río de la Plata era el que en la actualidad ocupan Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y parte de Brasil y Chile.
Hasta 1776, toda esa extensa zona había formado parte de otro virreinato español, el del Perú, que, lógicamente, desde ese momento se redujo no solo en tamaño, sino también en importancia. El virreinato del Río de la Plata duró hasta que sus territorios lograron independizarse de España, ya en el siglo XIX.
¿CÓMO SE ORGANIZÓ EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA? El rey español Carlos III envió a la zona del Río de la Plata una gran expedición. Su misión era acabar con las disputas fronterizas entre los territorios que eran colonias españolas y los que pertenecían a Portugal. El jefe de aquella expedición, Pedro Antonio de Cevallos, fue el primer virrey del Río de la Plata. El nuevo virreinato se organizó en INTENDENCIAS Y GOBERNACIONES MILITARES:
• Las intendencias eran: Buenos Aires, Córdoba del Tucumán, Salta de Tucumán, Potosí, Paraguay, Cochabamba, Chuquisaca, Charcas y La Paz.
• Las gobernaciones militares eran: Montevideo, Misiones, Moxos y Chiquitos.
Las audiencias se ocupaban de la administración de justicia, y también tenían atribuciones en el campo eclesiástico (como el control y cobro de un impuesto llamado diezmo). La audiencia de Buenos Aires se creó en 1783.
Los cabildos eran los órganos de gobierno de las ciudades. Tenían funciones administrativas y judiciales; las administrativas eran ejercidas por los regidores, que tenían bajo su responsabilidad la salud, las obras públicas, la inspección de los mercados y de los precios, el control de la policía y de las cárceles, y la organización de las festividades; las funciones de tipo judicial estaba en manos de los alcaldes, que eran dos. Los miembros del cabildo eran elegidos cada año entre los vecinos de la ciudad.
La capital del Virreinato del Río de la Plata era Buenos Aires, que, al independizarse de Lima, consolidó su predominio como centro económico, político y administrativo sobre el resto del territorio rioplatense. En torno al puerto de esta ciudad se desarrolló un activo comercio. Por ello, la zona del litoral adquirió mayor importancia que los territorios del interior del virreinato.
La economía del Virreinato del Río de la Plata
Para la descripción de la economía del Río de la Plata, se distinguen tres áreas: Buenos aires, El Litoral y el Interior.

Litoral: era la zona integrada por las actuales provincias de de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Estas zonas fueron durante mucho tiempo zonas pobres, ya que no existían en ellas ni oro, ni plata. Para subsistir los habitantes cultivaban lo indispensable. Pero gracias a las condiciones naturales ( clima templado, aguadas, buenos pastos), el ganado traído por los españoles se multiplico en gran cantidad. A partir de allí, los pobladores aprovecharon tal situación y comenzaron vaquerías ( expediciones de caza de ganado cimarrón o salvaje) para luego vender los cueros a Brasil y a Europa.

MAPA DE LOS VIRREINATOS Y LAS CAPITANÍAS GENERALES SIGLO XVIII




REFORMAS IMPERIALES PARA LA AMÉRICA ESPAÑOLA

Durante el siglo XVIII, se implementaron en América una serie de reformas imperiales. Estas fueron el resultado de la percepción de España de una posible pérdida de sus colonias, a causa de la expansión portuguesa y particularmente de la inglesa. Fue así que el rey Carlos III y sus ministros decidieron entonces, iniciar una serie de reformas destinadas a reforzar la defensa de los territorios americanos españoles y a establecer una administración más eficiente de los mismos.
A partir de allí, la Corona creó numerosos regimientos militares e incrementó las dotaciones ya existentes. Como los territorios de los virreinatos de Nueva España y del Perú eran muy extensos, y por lo tanto muy difíciles redefender y administrar, se establecieron dos nuevos virreinatos: el de Nueva granada (1739), con capital en Bogota, y el del Río de la Plata (1776) con capital en Buenos Aires. Ambos estaban situados en zonas muy expuestas a los ataques de los extranjeros y al constante e incontrolable contrabando comercial.
Cuba, Venezuela, Guatemala y Chile, territorios situados en zonas consideradas militarmente estratégicas, fueron elevadas al rango de capitanías Generales: dependían de los virreinatos, pero gozaban mayor autonomía que una provincia común.


1. EL VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA (1535)

El primer virreinato establecido por los españoles en América fue el de Nueva España, en tierras mexicanas.

El virreinato de Nueva España fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América. Se creó en las primeras décadas del siglo XVI, y lo formaban principalmente los territorios del actual México. Los virreyes de Nueva España gobernaban también Centroamérica, las islas del mar Caribe, las islas Filipinas y algunas zonas de lo que hoy es el sur de Estados Unidos.

¿Cómo se organizó el virreinato de Nueva España? Nueva España fue el nombre que el conquistador Hernán Cortés dio a los espacios americanos que conquistó a partir de 1519. El núcleo fundamental del virreinato fue el territorio que había formado el Imperio azteca hasta la llegada de los españoles. La capital virreinal fue la ciudad de México.
El virreinato de Nueva España estuvo dividido en cinco audiencias: México, Guadalajara, Guatemala. Santo Domingo (incluida la actual Venezuela) y Manila (en las islas Filipinas).
La máxima autoridad en el virreinato era el virrey, el cual era nombrado por el rey de España . En la historia de Nueva España hubo 63 virreyes: el primero fue Antonio de Mendoza (que gobernó entre 1535 y 1550); el último, Juan O’Donojú, el cual reconoció la independencia de México en 1821.
En 1776, José de Gálvez, enviado por el rey español, Carlos III, creó en el norte del virreinato la comandancia general de las Provincias Internas. Diez años más tarde, se crearon las intendencias, al mando de las cuales estaban los intendentes. Las autoridades de todas estas divisiones territoriales eran nombradas por el rey, pero en su gobierno dependían de los virreyes.
Sociedad Y Cultura Del Virreinato De Nueva España Las principales actividades económicas en el virreinato de Nueva España fueron la agricultura, la ganadería y la minería. De esta última destacó la extracción de plata. Uno de los centros mineros más importantes fue Zacatecas.
El comercio interior era animado por la celebración de ferias. Sin duda, la más importante fue la feria de Acapulco. El comercio exterior solo se podía mantener con España y sus colonias: la flota que iba hasta la península Ibérica zarpaba del puerto de Veracruz; la que se dirigía a Filipinas salía del puerto mexicano de Acapulco y se llamaba galeón de Manila.
En 1539, se estableció en México la primera imprenta del Nuevo Mundo. Veinticuatro años más tarde, en 1553, se creaba la Real y Pontificia Universidad de México. Entre los principales escritores del virreinato de Nueva España, destacaremos a Juan Ruiz de Alarcón y a sor Juana Inés de la Cruz.
La economía del Virreinato de Nueva España
En el actual territorio de México, zona de gran importancia minera durante el siglo XVII, creció la actividad manufacturera. También la agricultura tomo impulso, con nuevos cultivos. La minería se recupero luego de 1660, merced al descubrimiento de nuevos yacimientos.
En lo s actuales territorios de de puerto rico y Cuba , se intensifico la producción de azúcar en las plantaciones. El azúcar se exportaba a España, donde se distribuida por Europa. El cacao también tuvo una importante difusión: los europeos comenzaron a consumir el chocolate americano.


La independencia
A principios del siglo XIX, casi todas las colonias que España tenía en América iniciaron la lucha por su independencia. En el virreinato de Nueva España, este movimiento surgió principalmente entre las clases populares. Cuando los independentistas triunfaron, el dominio colonial español y el propio virreinato desaparecieron. Nació un nuevo país, un Estado independiente: México.
LA GUERRA DE INDEPENDENCIA MEXICANA
El proceso por el que México alcanzó la independencia comenzó en 1809. En ese año, se produjo el primer intento de sublevación contra el poder español: la conspiración de Querétaro, que fracasó.
El 16 de septiembre de 1810, un sacerdote llamado Miguel Hidalgo se sublevó en la ciudad de Dolores (actual Dolores Hidalgo, en Guanajuato). En su llamamiento a la rebelión, que quizá conozcas por el nombre de grito de Dolores, estuvo acompañado por otras dos figuras muy importantes: Ignacio María de Allende y Mariano Abasolo. Pero, en enero de 1811, las tropas del virrey español, Francisco Javier Venegas, mandadas por el general Félix María Calleja del Rey, derrotaron a los insurgentes en la batalla de Puente de Calderón. Poco después, los principales dirigentes del movimiento, incluido Hidalgo, fueron apresados y ejecutados.
En el sur de México, los independentistas estaban dirigidos por otro sacerdote, José María Morelos, que había sido seguidor de Hidalgo. Morelos y sus hombres ocuparon Oaxaca y Acapulco, y convocaron el Congreso de Chilpancingo. Esta asamblea, que se reunió entre septiembre y noviembre de 1813, redactó dos documentos fundamentales:
• La Declaración de Independencia mexicana.
• La Constitución de Apatzingán, primer texto constitucional en la historia de México.
En aquellos momentos, Félix María Calleja era el virrey de Nueva España; su reacción fue muy dura y finalizó, en 1815, con la ejecución de Morelos y con el restablecimiento de la autoridad del rey español, Fernando VII.
En 1817, tras las fracasadas rebeliones de Hidalgo y Morelos, tuvo lugar la expedición de Francisco Xavier Mina (el Mozo), un antiguo guerrillero español que había luchado en su país contra el gobierno absolutista de Fernando VII. En Francia, había conocido a Servando Teresa de Mier y a otros defensores de la independencia de Nueva España. Mina zarpó hacia América en mayo de 1816, y preparó su expedición en Estados Unidos. En abril de 1817, desembarcó en México, y durante los cuatro meses siguientes, avanzó hacia el centro del país; pero, en octubre de ese año, fue apresado por los españoles y ejecutado.
Vicente Guerrero logró mantener la lucha por la independencia en el sur. En 1821, Agustín de Iturbide, un militar que había formado parte de las tropas realistas españolas, entró en contacto con Guerrero. En febrero de ese año, ambos acordaron lanzar un histórico manifiesto: el Plan de Iguala, que también es conocido por el nombre de Plan de las Tres Garantías (o Plan Trigarante) porque establecía tres condiciones para que finalizara la lucha:
• Independencia de México.
• Mantenimiento de la religión católica.
• Igualdad de derechos para los españoles y todos los mexicanos.
El 24 de agosto de 1821, Iturbide y el virrey español, Juan O’Donojú, firmaron el Tratado de Córdoba, que declaraba la independencia de México.
MÉXICO INDEPENDIENTE
En mayo de 1822, Iturbide se proclamó emperador de México, con el nombre de Agustín I. Pero la existencia de ese Imperio Mexicano no gustó a muchos mexicanos, que se sublevaron bajo la dirección de los generales Antonio López de Santa Anna y Guadalupe Victoria. Finalmente, el 19 de marzo de 1823, Agustín I renunció al poder. Se restableció el Congreso constituyente, que proclamó la República en el mes de noviembre.
El primer presidente de la República fue Guadalupe Victoria. A partir de ese momento, se inició el conflicto entre quienes defendían una forma de gobierno centralizada y los partidarios de un gobierno federal (compuesto por varios estados autónomos), que también apoyaban a los indígenas y a otros grupos oprimidos. Guerrero, defensor del federalismo, llegó a ser presidente en 1829, al frente de los liberales, pero fue asesinado en 1831 por las fuerzas dirigidas por Anastasio Bustamante. Las rebeliones se sucedían en México. En 1833, López de Santa Anna, partidario de un gobierno centralizado, fue elegido presidente. Su gobierno conservador dominaría la política mexicana hasta 1855.

2. EL VIRREINATO DEL PERÚ ( 1543 - 1776)
El segundo virreinato que se constituyo fue El virreinato del Perú. Este fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América y que se creó en 1543. Lo formaban los territorios comprendidos, de norte a sur, entre Panamá y Chile (excepto Venezuela), y por el este se extendía hasta Argentina (salvo Brasil, que pertenecía a Portugal). Es decir, en su momento de mayor amplitud, englobaba las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Su vida se prolongó hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando el virreinato, que solo comprendía ya poco más de lo que hoy es Perú, alcanzó la independencia.
CONQUISTA ESPAÑOLA Y ORGANIZACIÓN DEL TERRITORIO
En 1534, el español Francisco Pizarro conquistó Cuzco, la capital del imperio de los incas. Comenzaba así el dominio colonial español en la zona. En 1542, se creaba el virreinato de la Nueva Castilla, que más tarde sería conocido por el nombre de virreinato del Perú. Su capital fue Lima, ciudad que Pizarro había fundado en 1535. Los primeros gobernantes del territorio fueron Pizarro (gobernador entre 1534 y 1540), Cristóbal Vaca de Castro (gobernador, 1540-1544), Blasco Núñez Vela (virrey, 1544-1546), Pedro de La Gasca (gobernador, 1546-1550) y Antonio de Mendoza (virrey, 1550-1552).
Para el año 1650 el Virreinato del Perú estaba dividido en 6 audiencias: la de Panamá, la de Lima, la de santa Fe, la de Charcas, la de Quito Y la de Chile.
En los primeros años de historia del virreinato tuvieron lugar las llamadas guerras civiles del Perú. Al principio, enfrentaron a los partidarios de los dos principales conquistadores del territorio: Pizarro y Diego de Almagro. Luego, a los conquistadores con la propia Corona española. La definitiva pacificación se produjo en 1548, cuando el gobernador, La Gasca, derrotó a Gonzalo Pizarro (hermano de Francisco Pizarro) en la batalla de Xaquixahuana.
Uno de los virreyes más importantes de esta fase fue Francisco de Toledo (que gobernó entre 1569 y 1581); estableció las normas para agrupar a los indios en reducciones, y fijó la distribución del trabajo indígena. De esta forma, aseguró la mano de obra para extraer la plata de las minas de Potosí, y el mercurio de las de Huancavelica. Durante este periodo, Perú se convirtió en uno de los centros de producción de plata más importantes del mundo.
Los principales virreyes del Perú en el siglo XVIII fueron Manuel de Amat y Junyent (1761-1776), Manuel de Guirior (1776-1780), Agustín de Jáuregui (1780-1784) y Teodoro de Croix (1784-1790). Durante este siglo XVIII, muchos de sus territorios pasaron a formar parte de dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (creado en 1717) y el del Río de la Plata (establecido en 1776). Esta reorganización redujo la importancia del virreinato del Perú, que perdió gran parte de su territorio y de su capacidad comercial.
La economía del Virreinato del Perú
La región que corresponde a los actuales territorios de Perú, Bolivia y Colombia, era autosuficiente en cuanto a la producción agrícola. En los valles del interior se cultivaba trigo y maíz; en el litoral , azúcar y algodón.
En Potosí se mantenía como actividad principal la minera. La explotación, de la minas de plata, convirtió a esta región en un gran centro minero, la cual permitió la creación de economías regionales que abastecían de productos al centro minero.
Por su parte, Lima, la capital del virreinato del Perú, era el centro comercial autorizado por España. Los comerciantes limeños controlaban el transporte y el comercio y se beneficiaban con el sistema monopólico, aunque también solían participar del contrabando.

La capitanía general de chile se convirtió en zona productora de vino y fruta, productos que luego enviaba a Lima y al Río de la Plata.

LA INDEPENDENCIA
Los principales virreyes del Perú en el siglo XVIII fueron Manuel de Amat y Junyent (1761-1776), Manuel de Guirior (1776-1780), Agustín de Jáuregui (1780-1784) y Teodoro de Croix (1784-1790).
Durante este siglo XVIII, muchos de sus territorios pasaron a formar parte de dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (creado en 1717) y el del Río de la Plata (establecido en 1776). Esta reorganización redujo la importancia del virreinato del Perú, que perdió gran parte de su territorio y de su capacidad comercial.
El último virrey del Perú fue José de la Serna e Hinojosa, el cual gobernó desde 1821 hasta 1824. En 1821, fue obligado a huir de Lima por el argentino José de San Martín, y tres años más tarde fue derrotado en la batalla de Ayacucho por el venezolano Antonio José de Sucre. El virreinato del Perú había dejado de existir.

3. EL VIRREINATO DE NUEVA GRANADA (1739 – 1810 )
El virreinato de Nueva Granada fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América. Fue creado en 1717 por el rey de España, Felipe V, para organizar mejor aquel territorio y con el objetivo de que pudiera ser más provechosa su gran riqueza agrícola y minera. La capital se fijó en Santafé de Bogotá. En 1723, Felipe V eliminó este virreinato; pero lo volvió a establecer en 1739.
El virreinato de Nueva Granada estuvo formado por los siguientes territorios: el Nuevo Reino de Granada; las provincias de Santafé, Cartagena, Santa Marta, Maracaibo, Caracas, Antioquia, Guayana y Popayán, y las audiencias de Quito y Panamá. En todo ese gran espacio se encuentran hoy Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá. Hasta 1717, la mayor parte del virreinato de Nueva Granada había pertenecido a otro virreinato español, el del Perú.
La máxima autoridad en este virreinato era el virrey. los principales virreyes de Nueva Granada fueron Antonio de la Pedrosa (1717-1719), Jorge de Villalonga (1719-1723), Sebastián de Eslava (1739-1749), José Solís (1753-1761), Pedro Messía de la Cerda (1761-1772), Manuel de Guirior (1772-1776), Manuel Antonio Flórez (1776-1782), Antonio Caballero y Góngora (1782-1789) y Antonio Amar y Borbón (1803-1810).
LA CULTURA EN EL VIRREINATO DE NUEVA GRANADA
La cultura vivió grandes avances en el virreinato de Nueva Granada. Fue muy importante la actividad de los religiosos jesuitas, que llegaron a dirigir 14 colegios; además, en 1738 introdujeron la imprenta. La primera biblioteca pública se fundó en 1774, y en 1785 apareció el primer periódico: la Gaceta de Santafé.

LA INDEPENDENCIA
En 1810 estalló en Santafé una revolución. Los independentistas expulsaron al virrey, Amar y Borbón. El último representante del gobierno español en Nueva Granada fue Juan de Sámano, que, aunque era virrey, realmente ya no tenía poder en el territorio. Cuando Sámano se enteró de la gran victoria de Simón Bolívar en la batalla de Boyacá (1819), huyó de Santafé. Nueva Granada era independiente.

4. EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA (1776 - 1816)
El virreinato del Río de la Plata fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América. Se creó en 1776, y lo formaban los siguientes territorios: Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Sierra, Charcas (Alto Perú) y Cuyo. Era una zona muy extensa de América del Sur. Para que te hagas una idea aproximada, el espacio del virreinato del Río de la Plata era el que en la actualidad ocupan Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y parte de Brasil y Chile.
Hasta 1776, toda esa extensa zona había formado parte de otro virreinato español, el del Perú, que, lógicamente, desde ese momento se redujo no solo en tamaño, sino también en importancia. El virreinato del Río de la Plata duró hasta que sus territorios lograron independizarse de España, ya en el siglo XIX.
¿CÓMO SE ORGANIZÓ EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA? El rey español Carlos III envió a la zona del Río de la Plata una gran expedición. Su misión era acabar con las disputas fronterizas entre los territorios que eran colonias españolas y los que pertenecían a Portugal. El jefe de aquella expedición, Pedro Antonio de Cevallos, fue el primer virrey del Río de la Plata. El nuevo virreinato se organizó en INTENDENCIAS Y GOBERNACIONES MILITARES:
• Las intendencias eran: Buenos Aires, Córdoba del Tucumán, Salta de Tucumán, Potosí, Paraguay, Cochabamba, Chuquisaca, Charcas y La Paz.
• Las gobernaciones militares eran: Montevideo, Misiones, Moxos y Chiquitos.
Las audiencias se ocupaban de la administración de justicia, y también tenían atribuciones en el campo eclesiástico (como el control y cobro de un impuesto llamado diezmo). La audiencia de Buenos Aires se creó en 1783.
Los cabildos eran los órganos de gobierno de las ciudades. Tenían funciones administrativas y judiciales; las administrativas eran ejercidas por los regidores, que tenían bajo su responsabilidad la salud, las obras públicas, la inspección de los mercados y de los precios, el control de la policía y de las cárceles, y la organización de las festividades; las funciones de tipo judicial estaba en manos de los alcaldes, que eran dos. Los miembros del cabildo eran elegidos cada año entre los vecinos de la ciudad.
La capital del Virreinato del Río de la Plata era Buenos Aires, que, al independizarse de Lima, consolidó su predominio como centro económico, político y administrativo sobre el resto del territorio rioplatense. En torno al puerto de esta ciudad se desarrolló un activo comercio. Por ello, la zona del litoral adquirió mayor importancia que los territorios del interior del virreinato.
La economía del Virreinato del Río de la Plata
Para la descripción de la economía del Río de la Plata, se distinguen tres áreas: Buenos aires, El Litoral y el Interior.

Litoral: era la zona integrada por las actuales provincias de de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes. Estas zonas fueron durante mucho tiempo zonas pobres, ya que no existían en ellas ni oro, ni plata. Para subsistir los habitantes cultivaban lo indispensable. Pero gracias a las condiciones naturales ( clima templado, aguadas, buenos pastos), el ganado traído por los españoles se multiplico en gran cantidad. A partir de allí, los pobladores aprovecharon tal situación y comenzaron vaquerías ( expediciones de caza de ganado cimarrón o salvaje) para luego vender los cueros a Brasil y a Europa.

MAPA DEL VIRREINATO DEL PERÚ 1650




2. EL VIRREINATO DEL PERÚ ( 1543 - 1776)
El segundo virreinato que se constituyo fue El virreinato del Perú. Este fue una división política y administrativa que España estableció en sus colonias de América y que se creó en 1543. Lo formaban los territorios comprendidos, de norte a sur, entre Panamá y Chile (excepto Venezuela), y por el este se extendía hasta Argentina (salvo Brasil, que pertenecía a Portugal). Es decir, en su momento de mayor amplitud, englobaba las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Su vida se prolongó hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando el virreinato, que solo comprendía ya poco más de lo que hoy es Perú, alcanzó la independencia.
CONQUISTA ESPAÑOLA Y ORGANIZACIÓN DEL TERRITORIO
En 1534, el español Francisco Pizarro conquistó Cuzco, la capital del imperio de los incas. Comenzaba así el dominio colonial español en la zona. En 1542, se creaba el virreinato de la Nueva Castilla, que más tarde sería conocido por el nombre de virreinato del Perú. Su capital fue Lima, ciudad que Pizarro había fundado en 1535. Los primeros gobernantes del territorio fueron Pizarro (gobernador entre 1534 y 1540), Cristóbal Vaca de Castro (gobernador, 1540-1544), Blasco Núñez Vela (virrey, 1544-1546), Pedro de La Gasca (gobernador, 1546-1550) y Antonio de Mendoza (virrey, 1550-1552).
Para el año 1650 el Virreinato del Perú estaba dividido en 6 audiencias: la de Panamá, la de Lima, la de santa Fe, la de Charcas, la de Quito Y la de Chile.
En los primeros años de historia del virreinato tuvieron lugar las llamadas guerras civiles del Perú. Al principio, enfrentaron a los partidarios de los dos principales conquistadores del territorio: Pizarro y Diego de Almagro. Luego, a los conquistadores con la propia Corona española. La definitiva pacificación se produjo en 1548, cuando el gobernador, La Gasca, derrotó a Gonzalo Pizarro (hermano de Francisco Pizarro) en la batalla de Xaquixahuana.
Uno de los virreyes más importantes de esta fase fue Francisco de Toledo (que gobernó entre 1569 y 1581); estableció las normas para agrupar a los indios en reducciones, y fijó la distribución del trabajo indígena. De esta forma, aseguró la mano de obra para extraer la plata de las minas de Potosí, y el mercurio de las de Huancavelica. Durante este periodo, Perú se convirtió en uno de los centros de producción de plata más importantes del mundo.
Los principales virreyes del Perú en el siglo XVIII fueron Manuel de Amat y Junyent (1761-1776), Manuel de Guirior (1776-1780), Agustín de Jáuregui (1780-1784) y Teodoro de Croix (1784-1790). Durante este siglo XVIII, muchos de sus territorios pasaron a formar parte de dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (creado en 1717) y el del Río de la Plata (establecido en 1776). Esta reorganización redujo la importancia del virreinato del Perú, que perdió gran parte de su territorio y de su capacidad comercial.
La economía del Virreinato del Perú
La región que corresponde a los actuales territorios de Perú, Bolivia y Colombia, era autosuficiente en cuanto a la producción agrícola. En los valles del interior se cultivaba trigo y maíz; en el litoral , azúcar y algodón.
En Potosí se mantenía como actividad principal la minera. La explotación, de la minas de plata, convirtió a esta región en un gran centro minero, la cual permitió la creación de economías regionales que abastecían de productos al centro minero.
Por su parte, Lima, la capital del virreinato del Perú, era el centro comercial autorizado por España. Los comerciantes limeños controlaban el transporte y el comercio y se beneficiaban con el sistema monopólico, aunque también solían participar del contrabando.

La capitanía general de chile se convirtió en zona productora de vino y fruta, productos que luego enviaba a Lima y al Río de la Plata.

LA INDEPENDENCIA
Los principales virreyes del Perú en el siglo XVIII fueron Manuel de Amat y Junyent (1761-1776), Manuel de Guirior (1776-1780), Agustín de Jáuregui (1780-1784) y Teodoro de Croix (1784-1790).
Durante este siglo XVIII, muchos de sus territorios pasaron a formar parte de dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (creado en 1717) y el del Río de la Plata (establecido en 1776). Esta reorganización redujo la importancia del virreinato del Perú, que perdió gran parte de su territorio y de su capacidad comercial.
El último virrey del Perú fue José de la Serna e Hinojosa, el cual gobernó desde 1821 hasta 1824. En 1821, fue obligado a huir de Lima por el argentino José de San Martín, y tres años más tarde fue derrotado en la batalla de Ayacucho por el venezolano Antonio José de Sucre. El virreinato del Perú había dejado de existir.

MAPA DE LOS PUEBLOS AMERICANOS ANTES DE LA CONQUISTA



REFERENCIAS:
A= agricultores superiores
B= agricultores incipientes

1. AZTECAS (a)
2. MAYAS (a)
3. INCAS (a)
4. CHIBCHAS
5. TUPÍ GUARANÍES (b)
6. CARIBES (b)

LOS PUEBLOS AMERICANOS ANTES DE LA CONQUISTA EUROPEA
Los pueblos que habitaban América antes de la conquista europea tenían diversas formas de organización social, económica y política. Podemos clasificarlos entre:
• aquellos que habían logrado desarrollar sociedades urbanas (experimentando una agricultura muy desarrollada),
• aquellos que practicaban una agricultura muy simple o incipiente,
• aquellos que eran nómadas y que vivían de la caza y la pesca de animales y de la recolección de frutos.
Los aztecas y los mayas, en la región mesoamericana, y los incas en la región andina, desarrollaron sociedades urbanas. En estas sociedades, la construcción de complejas obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas favoreció el crecimiento constante de la producción agrícola, como así también el de la población. Poseían una organización social fuertemente jerarquizada y un alto desarrollo de ciudades.

Otros pueblos como los chibchas, los caribes, los tupí guaraníes y los araucanos, vivieron de una agricultura simple, como así también de la caza y de la pesca de animales. En su mayoría, todos estos grupos recibieron influencias religiosas, técnicas, sociales y culturales de las sociedades más avanzadas.
Todos los demás pueblos americanos que no practicaban la agricultura formaban grupos de cazadores recolectores. Estas comunidades organizaron sus vidas solamente sobre la base de economías muy rudimentarias como la caza, la pesca y la recolección de frutos; en consecuencia la organización social de los mismos era menos jerarquizada y más sencilla en su composición. En esta situación se encuentran los grupos que habitaron en las planicies de la Argentina y del Uruguay, la Patagonia, el sur de Chile, el Chaco la selva amazónica y gran parte de América del norte.